Me llamo Lucía Inthesky y soy artista. Nací en Madrid y estudié Bellas Artes con la esperanza de poder pasarme la vida pintando. Por aquel entonces no pensaba en pagar facturas.
Mi estudio se llama The Berry Room, y es la misma habitación en la que duermo y paso el 80% de mi tiempo. Casi siempre pinto de noche y escuchando música. Utilizo acuarelas, gouaches y tintas, aunque en realidad me formé como pintora al óleo y grabadora en hueco. Aparte de estos datos, como artista carezco absolutamente de método, ya que más bien funciono por oleadas. No soy ordenada, ni sistemática, ni constante, pero cuando consigo centrarme, no puedo parar. Se puede decir que pinto por obsesión, como casi todo lo que creo.
Mi inspiración principal es la música pop, la cultura de los 90, que es la época en la que fui adolescente, los libros de John Steinbeck y Carson McCullers, mis vacaciones en Alicante, Dadá y los documentales de naturaleza. Sueño con ver el trópico algún día y poder nadar entre grandes cetáceos.
Mi obra a veces está cargada de simbolismo, y otras veces en absoluto quiere decir nada, de tal manera que es mejor mirarlo sin preguntarse demasiado. Pero si tuviera que definirlo, podría decir que es un concienzudo ejercicio de recreación de sensaciones no vividas, pero añoradas por culpa de la cultura popular: posibles pasados, lugares no visitados, existencias improbables, realidades paralelas y futuros inventados.
En realidad detesto la nostalgia, pero como piedra angular de construcción de discursos en la actualidad, es el motor de creación de mis pinturas.
Si quieres preguntarme algo o charlar un rato, me puedes enviar un correo.